Dia 99: Boquete (Volcan Baru)

Si hubo dias duros en el viaje hoy fue uno de ellos, arrancamos 11:30 pm de la noche con una pequena discusion en el taxi, ja, el frances habia pactado en 11 dolares la llevada hasta el parque nacional pero al llegar el taxista dijo que eran 20, asique que si que no, nos cago bien cagados y le tuvimos que pagar 5 dolaricos cada uno, terminado eso arranco lo que seria el camino mas duro recorrido hasta aca, fueron
5 horitas y media de continua subida, con una pequena perdida en el medio del camino y con el frances que en vez de cenar prefiero tomar cerveza y a las 2 am ya estaba pidiendo camilla, los dejamos y seguimos solos con Alejo pero con un solo incoveniente, solo teniamos una sola linterna y esta no de las mejores que ofrece el mercado, es la del dynamo que alumbra muy poco, asique Alejo que camina un poco mas lento tomo la batuta y llevaba la linterna adelante y yo trataba de seguirlo atras, despues de 4 horitas mas, logramos llegar a la cima del volcan, como todavia era de noche buscamos algun lugar donde refugiarnos, la transpiracion y el frio empezaban a combinarse para hacer algo realmente duro, despues de una pequena siestita, asomo el sol, salimos del refugio pero lamentablemente habia tanta nube a baja altura que no nos permitio ver nada, volvimos al refugio dormimos un poquito mas y al salir estaba un poquito mas claro pero no lo suficiente para ver el objetivo principal (los dos ocenanos) solo y con muchas muchas ganas pudimos ver el pacifico, esperamos un poquito mas, vimos que las nubes seguian firmes y decidimos bajar tipo 10 am, calculando que se tarda 3 horas y media y que llueve a las 2 pm, dijimos nos calza justo, pero no, al cielo se le ocurrio llover a las 13, asique bajo un aguacero
torrencial hicimos los ultimos km, nos refugiamos un poco en la cabana de unas personas que cosechan papa y cuando paro un poquito seguimos hasta por fin llegar a tomar el bus que nos deje en Boquete de nuevo.
En resumen, el objetivo no lo pudimos cumplir, los dos oceanos no lo pudimos ver, pero la experiencia y la satisfaccion de haber podido caminar en el medio de la noche por un camino de subida con piedras y barro y con solo una linterna ayudandonos el uno al otro valio ese esfuerzo y mucho mas.
Ya de nuevo en el hostal, toco duchita de agua caliente y por fin una buena siesta en una cama calentita, ja.
Ya no quedaba nada mas por hacer, solo cenar, charlar con algun otro exranjero del hostal y a dormir que manana estaremos pisando tierras costaricenses.
Chau